jueves, 11 de febrero de 2010

Monterrey es el país.


Sí, Monterrey regaló el partido en Sao Paulo con la intención de ganar el clásico del fin de semana. ¿Qué hay para decir?
  • Es comprensible: el fútbol, por más que para muchos se vuelva una pasión, no deja de ser sólo negocio. La directiva de Rayados comprende eso, los aficionados también y todo aquél lo suficientemente Rayado sabe que el clásico vende —y mueve— más que un partido contra Real Madrid.
  • Rayados está en su derecho de hacer la alineación que quiera contra el rival que desee, simplemente por haber ganado su pase jugando contra los equipos de quienes hoy lo critican.
  • Sí, Monterrey es el país y a nadie ajeno al estado de Nuevo León le importa el resultado del clásico del norte. ¿Comprende, acaso, el resto del país que en el norte a nadie le importa el resultado del Clásico joven —que poco tiene de clásico y de joven—, así como del Superclásico Nacional —que de super y nacional sólo tiene el marketing a su alrededor—?
  • Sí, Monterrey es un equipo regional —campeón de la región llamada Estados Unidos Mexicanos— y un equipo pequeño —quien derrotó a los erroneamente denominados equipos grandes—.
  • Sí, Monterrey es un rancho y un pueblo como dicen los aficionados del resto de los equipos Mexicanos: un pueblo que tiene el menor índice de emigración —porque aquí sí hay trabajo—, un rancho con más museos que cualquier otra ciudad a excepción de la capital del país —si es que, con su nivel de pobreza y analfabetismo, se les puede llamar ciudad a Morelia, Pachuca, Guadalajara o Torreón, entre otros lugares— y que curiosamente tiene el último lugar en rezago social.
  • Sí, Monterrey ocupa una plaza de México en la Copa Libertadores, pero NO, Monterrey no juega por México, Monterrey juega por sí mismo, por su afición y su propio Club, porque Monterrey es el país y punto.

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